domingo, 29 de abril de 2012

No me impresiona tanto la inteligencia si otras cosas.

Se ha hecho una virtud extrema la inteligencia de las personas que tal parece que otras no fueran importantes o fueran prescindibles.
nO me impresiona la inteligencia de una mujer conozco muchos que lo son pero no son buenas o son deshonestas.
Puedo vivir con una mujer que no sea muy inteligente pero no puedo vivir con alguien que no sea buena o decente.
Conozco muchas personas con grandes titulos pero son ladrones peculadores acosadores. Para algunos los titulos academicos pareciera que purificaran todos sus otros defectos graves. No es asi.

domingo, 22 de abril de 2012

Soy emocional

Soy  emocional. Mis emociones influyen y determinan mis juicios y mi conducta, mis relaciones interpersonales y de trabajo.
Si alguien me cae bien o me pasa la mano todo lo que hace aunque sea deshonesto podria parecerme bien correcto. Si alguien me cae mal
todo lo que haga o diga aunque sea honesto me parecera mal. Dejo que mis emociones y aquellas que otros logran producir en mi mismo me controlen.Por erso no puedo ser objetivo menos justo deficilmente honesto.

domingo, 14 de agosto de 2011

La memoria tambien es emocional



---------- Mensaje reenviado ----------
De: Gloria Anicama <gloria.vcbj@gmail.com>
Fecha: 13 de agosto de 2011 22:06

pOR ESO es importante aclarar los malos entendidos y los resentimientos rapidamente.

c mori

 

Cómo nos traiciona nuestra memoria

Ilustración: Puño

Ilustración: Puño

  • Un estudio pone al descubierto las falsas creencias sobre los recuerdos
  • Tendemos a creer que las vivencias se 'graban' en el cerebro

María Sánchez-Monge | Madrid

Actualizado jueves 04/08/2011 05:02 horas

¿Cree usted que la memoria funciona como una videocámara que graba fielmente todas nuestras vivencias de tal forma que siempre podemos volver a 'verlas' y 'oírlas' de manera precisa? Si ha respondido afirmativamente, su contestación es la misma que dio el 63% de las personas que participó en una encuesta estadounidense sobre los mitos de la memoria. La respuesta correcta es no.

El mundo de los recuerdos genera una gran cantidad de falsas creencias. Parte de la culpa la tienen la intuición y el sentido común, que son malos consejeros en estas cuestiones. Las películas también tienen su parte de responsabilidad; no hay más que fijarse en los innumerables guiones basados en las vicisitudes de personajes que no saben quiénes son porque sufren amnesia, cuando en realidad esta enfermedad suele manifestarse de forma distinta.

El estudio que acaba de publicar la revista 'PLoS ONE' , llevado a cabo por los psicólogos Daniel Simons y Christopher Chabris, de la Universidad de Illinois y el Union Collegue de Nueva York, respectivamente, revela que una aplastante mayoría de los estadounidenses tiene ideas erróneas sobre el funcionamiento de la memoria.

El 83% de los participantes respondió que la amnesia consiste en la incapacidad de recordar la propia identidad; el 37% aseguró que el testimonio de un testigo muy seguro puede ser suficiente para condenar a un acusado por un crimen; el 48% declaró que, una vez que se vive un acontecimiento y se forma un recuerdo sobre él, esa evocación ya no cambia; el 55% dijo que la hipnosis puede ayudar a que un testigo rememore de forma vívida los detalles de un delito; y el 78% indicó que generalmente somos capaces de darnos cuenta de que un objeto inesperado ha entrado en nuestro campo visual, incluso si estamos concentrados haciendo alguna tarea. Veamos una a una estas falsas presunciones:

La memoria es como una cámara de vídeo. Nada más lejos de la realidad. Daniel Simons cuenta a ELMUNDO.es que no disponemos de un sistema de "formación y almacenamiento de un registro preciso de lo que experimentamos". Lo que hacemos es, "conceder más énfasis a aquellos elementos que nos parecen más importantes, haciendo caso omiso de otros detalles". Por otro lado, cuando volvemos a invocar nuestras vivencias "estamos generando esas memorias de nuevo". En resumen, nuestro cerebro realiza un ejercicio de reconstrucción, no de reproducción.

Lo más habitual es que las personas que sufren amnesia no puedan recordar su propio nombre o su identidad. Lo que normalmente produce este trastorno es una pérdida de la capacidad de generar y consolidar nuevas remembranzas. Los autores del estudio señalan que la película 'Memento' es una de las pocas muestras cinematográficas de lo que realmente implica la amnesia. En ella, un hombre que ha perdido la memoria a corto plazo se sirve de notas y tatuajes para encontrar al hombre que cree que ha matado a su mujer.

Un solo testigo que esté muy seguro puede servir para condenar a un presunto criminal. Si una persona está muy segura de un recuerdo y confía menos en otro, es mucho más probable que el segundo no sea certero. Sin embargo, como suele decirse, cada individuo es un mundo. Los sujetos que están totalmente convencidos de la reconstrucción del pasado que les dicta su mente no tienen por qué ser más dueños de la verdad que aquellos que se muestran más dubitativos respecto a sus vivencias.

Una vez que se ha formado un recuerdo sobre un evento, esa evocación ya no cambia. Por lo visto, sí que puede modificarse, y resulta sorprendente lo mucho que puede hacerlo. De hecho, se ha comprobado que esa tranformación depende en gran medida de las experiencias que vivamos posteriormente.

La hipnosis ayuda a evocar detalles sobre un crimen. Los recuerdos que se optienen con este método psicológico no son ni mejores ni peores. Lo que sí aumenta, debido al estado de sugestión en el que se encuentra la persona hipnotizada, es la confianza en ellos. Por eso, puede ocurrir que este procedimiento incremente el número de reminiscencias falsas.

Generalmente, una persona es capaz de captar los objetos que entran inesperadamente en su campo de visión. Esta afirmación no entra tan de lleno en el ámbito de la memoria, pero tiene mucho que ver con ella. Lo cierto es que hay muchos detalles que se nos escapan, sobre todo si estamos concentrados en otra tarea. Si estamos viendo la tele y de pronto aparece un gorila en un contexto totalmente ajeno a su hábitat natural -por ejemplo, en una oficina-, pasará inadvertido para muchos de nosotros.

Resulta desolador comprobar que una muestra representativa de casi 2.000 personas apenas dio en el clavo en sus respuestas sobre la memoria. Y no fue por falta de cultura: entre los encuestados había gente de distintos niveles educativos y los más instruidos sólo acertaron en un porcentaje ligeramente mayor. Simons explica que su sondeo se llevó a cabo exclusivamente entre la población estadounidense, pero no descarta que los resultados sean extrapolables a los ciudadanos de otras procedencias. "No me extrañaría que muchas de estas creencias equivocadas también existiesen en gente de otros países y culturas. En parte, porque son una consecuencia natural de cómo experimentamos nuestro mundo", señala el investigador. El convencimiento de que "nuestra memoria es más completa y certera de lo que realmente es se debe a que sólo en muy contadas ocasiones tenemos pruebas que contradigan esa seguridad", asegura.

Nuestros recuerdos son tan 'reales' y detallados que nos resulta imposible concebir que puedan estar distorsionados o, incluso, resulten falsos. Si a una persona le preguntan qué estaba haciendo el 23 de febrero de 1981, es muy posible que su reconstrucción de cómo vivió el golpe de Estado sea sustancialmente distinta si responde dos meses después del evento y transcurridos cuatro años.

Otro ejemplo de lo traicionera que puede ser nuestra memoria son algunas evocaciones de nuestra infancia. Si éstas se remontan a cuando teníamos uno o dos años, son falsas con toda seguridad; seguramente nos las ha contado algún allegado y las hemos hecho nuestras. La investigación en psicología y neurociencias ha demostrado que es imposible tener recuerdos a una edad tan temprana porque las estructuras cerebrales que tienen que ver con la memoria episódica no están maduras hasta los tres años o, como poco, hasta los dos y medio.

¿De todo lo anterior se deduce que la memoria es muy frágil y nos engaña continuamente? En absoluto. Según Simons, "trabaja bastante bien la mayor parte del tiempo. Nos ayuda a hacer predicciones sobre lo que ocurrirá en el futuro en situaciones similares a las que hemos vivido". Asimismo, nos permite "sintetizar lo que es importante y representativo en una escena e incorporar esas interpretaciones a nuestro entendimiento del mundo". El psicólogo aclara que sólo puede decirse que es débil o limitada "cuando pretendemos que sea una cámara de vídeo en vez de una herramienta que da sentido a lo que nos rodea".

http://www.elmundo.es/elmundosalud/2011/08/03/neurociencia/1312390152.html

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   Gloria Maria Anicama Orcon.
 
"El Perú carece de memoria. Y la memoria no es la inteligencia de los brutos sino la arquitectura del aprendizaje".
Cesar Hildebrant
 

"Cada uno de nosotros es, sucesivamente, no uno,

sino muchos. Y estas personalidades sucesivas, que

emergen las unas de las otras, suelen ofrecer entre sí

los más raros y asombrosos contrastes"

José Enrique Rodó

Motivos de Proteo

 

 Lo que quisiera con orgullo extravagante es que me amaras. Que le dieras a mi carne fatigada la ocasión de envejecer perfectamente entre tus manos.

Beto Ortiz

Maldita Ternura


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Actividad reciente:
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    domingo, 5 de junio de 2011

    Cerebro emocional

    2 - El sistema límbico o cerebro emocional


    Artículo creado por Abel Cortese . Extraido de: http://www.gestiopolis.com/canales2/rrhh/1/cerebroemocional.htm
    28 Julio 2006
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    El sistema límbico, también llamado cerebro medio, es la porción del cerebro situada inmediatamente debajo de la corteza cerebral, y que comprende centros importantes como el tálamo, hipotálamo, el hipocampo, la amígdala cerebral (no debemos confundirlas con las de la garganta).  


    Estos centros ya funcionan en los mamíferos, siendo el asiento de movimientos emocionales como el temor o la agresión.   


    En el ser humano, estos son los centros de la afectividad, es aquí donde se procesan las distintas emociones y el hombre experimenta penas, angustias y alegrías intensas 


    El papel de la amígdala como centro de procesamiento de las emociones es hoy incuestionable. Pacientes con la amígdala lesionada ya no son capaces de reconocer la expresión de un rostro o si una persona está contenta o triste. Los monos a las que fue extirpada la amígdala manifestaron un comportamiento social en extremo alterado: perdieron la sensibilidad para las complejas reglas de comportamiento social en su manada. El comportamiento maternal y las reacciones afectivas frente a los otros animales se vieron claramente perjudicadas.   


    Los investigadores J. F. Fulton y D. F. Jacobson, de la Universidad de Yale, aportaron además pruebas de que la capacidad de aprendizaje y la memoria requieren de una amígdala intacta: pusieron a unos chimpancés delante de dos cuencos de comida. En uno de ellos había un apetitoso bocado, el otro estaba vacío. Luego taparon los cuencos. Al cabo de unos segundos se permitió a los animales tomar uno de los recipientes cerrados. Los animales sanos tomaron sin dudarlo el cuenco que contenía el apetitoso bocado, mientras que los chimpancés con la amígdala lesionada eligieron al azar; el bocado apetitoso no había despertado en ellos ninguna excitación de la amígdala y por eso tampoco lo recordaban.   


    El sistema límbico está en constante interacción con la corteza cerebral. Una transmisión de señales de alta velocidad permite que el sistema límbico y el neocórtex trabajen juntos, y esto es lo que explica que podamos tener control sobre nuestras emociones.   


    Hace aproximadamente cien millones de años aparecieron los primeros mamíferos superiores. La evolución del cerebro dio un salto cuántico. Por encima del bulbo raquídeo y del sistema límbico la naturaleza puso el neocórtex, el cerebro racional 


    A los instintos, impulsos y emociones se añadió de esta forma la capacidad de pensar de forma abstracta y más allá de la inmediatez del momento presente, de comprender las relaciones globales existentes, y de desarrollar un yo consciente y una compleja vida emocional.   


    Hoy en día la corteza cerebral, la nueva y más importante zona del cerebro humano, recubre y engloba las más viejas y primitivas. Esas regiones no han sido eliminadas, sino que permanecen debajo, sin ostentar ya el control indisputado del cuerpo, pero aún activas.  


    La corteza cerebral no solamente ésta es el área más accesible del cerebro: sino que es también la más distintivamente humana. La mayor parte de nuestro pensar o planificar, y del lenguaje, imaginación, creatividad y capacidad de abstracción, proviene de esta región cerebral.   


    Así, pues, el neocórtex nos capacita no sólo para solucionar ecuaciones de álgebra, para aprender una lengua extranjera, para estudiar la Teoría de la Relatividad o desarrollar la bomba atómica. Proporciona también a nuestra vida emocional una nueva dimensión 


    Amor y venganza, altruismo e intrigas, arte y moral, sensibilidad y entusiasmo van mucho más allá de los rudos modelos de percepción y de comportamiento espontáneo del sistema límbico.  


    Por otro lado -esto se puso de manifiesto en experimentos con pacientes que tienen el cerebro dañado-, esas sensaciones quedarían anuladas sin la participación del cerebro emocional. Por sí mismo, el neocórtex sólo sería un buen ordenador de alto rendimiento.   


    Los lóbulos prefrontales y frontales juegan un especial papel en la asimilación neocortical de las emociones. Como 'manager' de nuestras emociones, asumen dos importantes tareas: 




    • En primer lugar, moderan nuestras reacciones emocionales, frenando las señales del cerebro límbico.



    • En segundo lugar, desarrollan planes de actuación concretos para situaciones emocionales. Mientras que la amígdala del sistema límbico proporciona los primeros auxilios en situaciones emocionales extremas, el lóbulo prefrontal se ocupa de la delicada coordinación de nuestras emociones


    Cuando nos hacemos cargo de las preocupaciones amorosas de nuestra mejor amiga, tenemos sentimientos de culpa a causa del montón de actas que hemos dejado de lado o fingimos calma en una conferencia, siempre está trabajando también el neocórtex.

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